EL FANTASMA DEL PARAISO (1974)
Sátira, horror y música
Estrenada en 1974, en plena explosión de las óperas rock como Tommy de The Who, El fantasma del Paraíso parecía destinada al fracaso. Fue recibida con frialdad por la crítica y la taquilla, pero con los años adquirió el estatus de película de culto.
Dirigida y escrita por Brian De Palma, es una fusión irreverente de clásicos literarios y cinematográficos: El fantasma de la ópera de Leroux, el mito fáustico del pacto con el diablo y la corrupción estética de El retrato de Dorian Gray. Todo ello trasladado a los excesos de la industria musical de los años 70, dominada por la mercantilización del rock y el pop.
Hoy, la cinta es considerada no solo una rareza fascinante, sino también una obra visionaria que anticipa la crítica a la industria cultural y la manipulación mediática.
Sinopsis
Winslow Leach es un compositor ingenuo y apasionado que sueña con estrenar su obra, una cantata inspirada en Fausto. Cuando el poderoso productor Swan escucha su música, decide apropiársela. Winslow es traicionado, encarcelado injustamente y, tras un accidente en una fábrica de discos, queda desfigurado y sin voz.
Transformado en un ser enmascarado y vestido de negro, Winslow se convierte en el Fantasma del Paradise, el gigantesco teatro que Swan está a punto de inaugurar. Desde las sombras, sabotea los espectáculos y exige que su música solo sea interpretada por la joven Phoenix, la cantante en la que ha puesto todas sus esperanzas.
Pero Swan, que ha firmado un pacto con el diablo a cambio de juventud eterna, manipula la situación: promete fama a Phoenix y condena a Winslow a la desesperación. El enfrentamiento culmina en el estreno del Paradise, con un clímax apoteósico de sangre, rock y tragedia: el Fantasma muere, Swan es desenmascarado y Phoenix queda como única superviviente.
Contexto y producción
Brian De Palma y su etapa experimental
En los años 70, De Palma todavía buscaba su identidad como director. Antes de convertirse en maestro del suspense con Carrie (1976) o Blow Out (1981), experimentaba con sátiras sociales y visuales. Phantom of the Paradise fue su respuesta personal a la cultura musical de masas, obsesionado con figuras como Phil Spector y el auge de la ópera rock.
Paul Williams, corazón musical
El compositor y cantante Paul Williams no solo creó la música, sino que interpretó a Swan, el villano. Sus canciones oscilan entre el pop melódico, el glam rock y el rock and roll clásico, adaptándose a cada número musical del film.
Estética y mezcla de géneros
El film mezcla terror gótico, comedia absurda, crítica social y musical glam. La fotografía saturada, los travellings y las múltiples referencias cinéfilas (Hitchcock, Cabinet of Dr. Caligari, expresionismo) crean un espectáculo barroco y posmoderno.
Lecturas y simbolismo
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El fantasma de la ópera: Winslow es el artista marginado, desfigurado, que busca justicia y amor en un mundo de explotación.
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Fausto: Swan encarna al hombre que vende su alma por la juventud y el poder, manipulando a todos a su alrededor.
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Dorian Gray: el retrato de Swan que envejece en su lugar refleja la obsesión con la apariencia y la inmortalidad.
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Crítica a la industria musical: el Paradise es metáfora del negocio que devora a los artistas, convirtiendo el arte en espectáculo vacío.
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El artista maldito: Winslow representa la figura del genio incomprendido, cuya obra es apropiada y corrompida por intereses ajenos.
Escenas clave
Curiosidades
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El personaje de Swan está inspirado en Phil Spector, famoso productor musical con fama de tirano.
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La máscara del Fantasma recuerda tanto a El halcón maltés como al cómic Judge Dredd.
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Fue un fracaso de taquilla en EE. UU., pero arrasó en Winnipeg (Canadá), donde se convirtió en fenómeno de culto instantáneo.
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El diseño del Paradise mezcla el Art Decó con la estética kitsch setentera.
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Brian De Palma quiso homenajear a Hitchcock: hay planos calcados de Psicosis y Vértigo.
Legado e influencia
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Aunque ignorada en su momento, la película ha influido en cineastas como Guillermo del Toro (que la cita entre sus favoritas) y músicos de rock alternativo.
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Se adelantó a la crítica feroz de la industria del entretenimiento que luego explorarían filmes como The Wall (1982) o Velvet Goldmine (1998).
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Ha generado convenciones de fans y reposiciones anuales, especialmente en Canadá.
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Su mezcla de horror, sátira y musical lo convierte en un film irrepetible dentro del cine setentero.
El fantasma del Paraíso es una obra inclasificable: comedia negra, tragedia romántica, sátira de la industria musical y ópera rock al mismo tiempo. Brian De Palma y Paul Williams crearon un relato visionario sobre el poder corruptor de la fama y el sacrificio del artista.
Hoy, casi cincuenta años después, el film sigue siendo moderno, desbordante y único. Como el Fantasma, su tragedia es eterna: el arte puro lucha contra un mundo que lo convierte en espectáculo, y muere en el intento.
LA PELÍCULA EN IMÁGENES