LA HIJA DE DRÁCULA (1936)
La seducción prohibida del vampiro femenino
En 1931, Universal había triunfado con Drácula, inmortalizando a Bela Lugosi como el vampiro definitivo. Sin embargo, al morir el ciclo inicial de terror tras la censura del Código Hays (1934), los estudios buscaron revivir el género con un enfoque distinto. El resultado fue La hija de Drácula (1936), dirigida por Lambert Hillyer.
La película es hoy recordada como una rareza fascinante: combina el gótico heredado de Tod Browning con un enfoque psicológico y erótico inédito en su época. Su protagonista, la condesa Marya Zaleska, interpretada por Gloria Holden, se convirtió en la primera vampira protagonista del cine sonoro y en un icono queer de culto, por la célebre escena en la que seduce a una joven modelo.
Sinopsis
La película comienza justo donde termina Drácula (1931): el profesor Van Helsing ha clavado una estaca en el corazón del conde y es arrestado por asesinato. Mientras tanto, en Londres aparece la misteriosa condesa Marya Zaleska, que confiesa ser hija del conde Drácula y haber heredado su maldición.
Marya ansía liberarse del influjo vampírico y cree que destruyendo el cadáver de su padre podrá romper la cadena. Sin embargo, pronto descubre que su naturaleza es más fuerte que su voluntad. Con la ayuda de su sirviente Sandor, atrae víctimas a su estudio de arte, donde, bajo el pretexto de pintar retratos, ejerce su seducción fatal.
Una de las escenas más célebres muestra cómo Marya convence a la joven Lili, modelo de la academia, para posar. El ambiente cargado de insinuación erótica culmina en un ataque vampírico, el más explícito de la Universal hasta entonces.
Desesperada, Marya busca ayuda en el psiquiatra Dr. Jeffrey Garth, a quien pide que cure su “enfermedad”. Pero su deseo por él se mezcla con la maldición vampírica, y la condesa acaba secuestrando a Janet, la prometida de Garth. En el clímax, en un castillo en Transilvania, Marya intenta forzar al doctor a unirse a ella, pero Sandor, celoso, la traiciona y la mata con una flecha. Con su muerte se rompe la maldición, pero queda en el aire la tragedia de una mujer condenada por un deseo prohibido.
Contexto y producción
Universal tras el Código Hays
En 1934 entró en vigor el Código de Producción de Hollywood, que limitaba la representación de sexo, violencia y desviaciones morales. La hija de Drácula se rodó bajo esa censura, pero precisamente sus restricciones generaron un subtexto aún más potente: la vampira como encarnación de deseos reprimidos, especialmente femeninos.
Inspiración literaria
El proyecto inicial se inspiraba en el relato Dracula’s Guest de Stoker y en parte en Carmilla de Sheridan Le Fanu, uno de los primeros relatos de vampirismo femenino.
Guion turbulento
El primer guion fue escrito por John L. Balderston (autor de Dracula y Frankenstein), con escenas de orgías y rituales satánicos. Universal lo rechazó por la censura y encargó una versión más contenida a Garrett Fort.
La elección de Gloria Holden
Gloria Holden, actriz de teatro, fue elegida como la condesa. Aunque no quería quedar encasillada en el cine de terror, su interpretación seria y melancólica dio al personaje una profundidad única.
Lecturas y simbolismo
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El vampirismo como enfermedad psicológica: Marya se refiere a su maldición como un trastorno que espera curar con ayuda médica, anticipando lecturas modernas sobre adicciones y compulsiones.
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Erotismo y deseo femenino: la escena con Lili es un ejemplo temprano de seducción lésbica en el cine clásico, camuflada bajo el terror.
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La mujer como monstruo trágico: a diferencia de Drácula, Marya no disfruta con su poder: lo vive como una condena inevitable.
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Psicoanálisis y represión: el doctor Garth representa la ciencia moderna frente a lo irracional, pero también la imposibilidad de reprimir el deseo.
Escenas clave
El entierro de Drácula
Marya destruye el cadáver de su padre en un intento de romper la maldición, una de las pocas veces que Universal representó gráficamente la muerte del conde.
El estudio de arte
La condesa convence a la modelo Lili para posar en su estudio. La iluminación tenue, la cercanía física y la tensión latente convirtieron esta escena en objeto de culto.
La confesión a Garth
Marya suplica al doctor que la cure, revelando su deseo de redención y su imposibilidad de escapar.
El clímax en Transilvania
El enfrentamiento final entre Marya, Sandor y Garth sintetiza la tragedia de una mujer dividida entre deseo, amor y condena.
Curiosidades
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La escena de la condesa y Lili fue duramente criticada por la censura, pero se mantuvo porque el subtexto pasaba como “hipnosis”. Hoy se considera uno de los primeros ejemplos de representación lésbica en Hollywood.
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Bela Lugosi no aparece: Universal temía encasillarlo y no lo contrató. La historia comienza tras la muerte de Drácula.
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Gloria Holden odiaba el papel y pensaba que arruinaría su carrera, pero acabó convirtiéndose en su interpretación más recordada.
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En su estreno fue recibida con tibieza, pero en los años 70 y 80 fue reivindicada por críticos y colectivos queer.
Legado e influencia
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Es una de las primeras películas de terror en ofrecer una mujer monstruo como protagonista trágica, precursora de figuras modernas como las vampiras del cine de los 70.
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Su atmósfera gótica influyó en Roger Vadim (Et mourir de plaisir, 1960) y en la Hammer (The Vampire Lovers, 1970).
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Hoy se estudia como un clásico queer, con lecturas feministas y psicoanalíticas.
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Mantiene viva la tradición de la Universal al tiempo que abre camino hacia un terror más psicológico y erótico.
La hija de Drácula no es solo una secuela menor de un clásico: es una película pionera que introdujo al vampiro femenino en el cine sonoro y exploró la dimensión psicológica y erótica del mito. Con Gloria Holden como condesa Marya Zaleska, el film ofrece una figura trágica atrapada entre el deseo y la condena, anticipando temas que el cine no se atrevería a tratar abiertamente hasta décadas después.
Oscura, melancólica y sensual, es una de las joyas ocultas del ciclo Universal, imprescindible para comprender cómo el terror de los 30 evolucionó hacia nuevas formas de inquietud.
LA PELÍCULA EN IMÁGENES
Ficha técnica
Título original: Dracula’s Daughter
Título en español: La hija de Drácula
Año de estreno: 1936
País: Estados Unidos
Productora: Universal Pictures
Director: Lambert Hillyer
Productores: E.M. Asher, Harry Zehner
Guion: Garrett Fort, basado en un tratamiento inicial de John L. Balderston y en la novela Drácula de Bram Stoker (y en parte en el relato corto “Drácula’s Guest”)
Fotografía: George Robinson
Música: Heinz Roemheld, Franz Waxman (fragmentos)
Dirección artística: Albert S. D’Agostino
Duración: 71 minutos
Estreno: 11 de mayo de 1936 (EE. UU.)
Reparto principal
Gloria Holden – Condesa Marya Zaleska
Otto Kruger – Dr. Jeffrey Garth
Marguerite Churchill – Janet Blake
Edward Van Sloan – Profesor Van Helsing
Irving Pichel – Sandor, sirviente de la condesa
Gilbert Emery – Sir Basil Humphrey
Nan Grey – Lili