VIERNES 13 (1980)

El nacimiento sangriento de un mito del slasher

Cuando Viernes 13 (Friday the 13th) se estrenó en 1980, pocos imaginaban que aquella producción modesta, con actores en su mayoría desconocidos y un presupuesto limitado, iba a convertirse en un fenómeno cultural y en el germen de una de las franquicias de terror más longevas e influyentes de la historia del cine. Dirigida por Sean S. Cunningham y escrita por Victor Miller, la película se inscribe dentro del auge del slasher, subgénero que había encontrado un modelo casi perfecto en La noche de Halloween (1978) de John Carpenter.

Sin embargo, Viernes 13 supo encontrar su propia voz: una combinación de atmósfera veraniega y juvenil, escenarios aparentemente inocentes (un campamento de verano), violencia explícita en pantalla y un giro final sorprendente que marcaría para siempre el imaginario del género. Aunque en esta primera entrega el asesino no es Jason Voorhees —sino su madre, Pamela—, el éxito del film cimentó la leyenda y abrió paso a una mitología que alcanzaría dimensiones colosales en la cultura popular.

Estrenada en plena era del cine de terror independiente, Viernes 13 recaudó casi 40 millones de dólares en taquilla, partiendo de un presupuesto inferior al millón. Fue un éxito descomunal que demostró que el terror podía ser enormemente rentable y comercial, al tiempo que iniciaba una tradición de secuelas, remakes, cómics, videojuegos y merchandising que se extiende hasta hoy.


Argumento

El prólogo sangriento

La película comienza en 1958 en el Campamento Crystal Lake, donde dos monitores adolescentes son brutalmente asesinados tras un intento de encuentro amoroso. Desde entonces, el campamento queda marcado por la tragedia y cerrado, ganándose el apodo de “Campamento Sangriento”.

El presente

Años después, en 1979, los propietarios deciden reabrir el campamento. Un grupo de jóvenes monitores llega para preparar las instalaciones: entre ellos Alice (Adrienne King), Jack (Kevin Bacon), Bill (Harry Crosby) y Marcie (Jeannine Taylor). Todos parecen disfrutar del ambiente veraniego, ajenos a que alguien los observa desde la oscuridad.

Los asesinatos

Poco a poco, los monitores son eliminados de manera brutal en una serie de asesinatos creativos y sangrientos:

  • Una garganta cortada con un machete.

  • Una flecha que atraviesa el cuello de un joven tumbado en la cama (escena célebre de Kevin Bacon).

  • Un hacha hundida en el rostro.

El espectador nunca ve claramente al asesino: la cámara subjetiva se convierte en los ojos del homicida, generando tensión y misterio.

La revelación

En el clímax, la joven Alice descubre la verdad: la asesina es Pamela Voorhees (Betsy Palmer), una mujer aparentemente amable que se revela como una madre psicópata. Pamela explica que su hijo Jason se ahogó en Crystal Lake años atrás, por negligencia de los monitores, y que ella ha jurado impedir que el campamento vuelva a abrir.

El enfrentamiento final

Alice lucha por sobrevivir en un enfrentamiento memorable. Tras una persecución violenta, logra decapitar a Pamela con un machete en una escena icónica del género.

El epílogo

Alice, exhausta, se duerme en una canoa en medio del lago. En un giro final inolvidable, Jason, deforme y en estado espectral, surge de las aguas y la arrastra. Aunque se revela como una pesadilla o una visión, la escena plantó la semilla para convertir a Jason en el verdadero monstruo central de la saga.


Producción y rodaje

  • Inspiración: Cunningham quería replicar el éxito de Halloween, pero con un enfoque más gráfico y explícito en la violencia.

  • Guion: Victor Miller ideó la historia con la figura de una madre asesina como giro inesperado.

  • Rodaje: realizado en Blairstown, Nueva Jersey, durante seis semanas en 1979. El escenario real de un campamento aportó realismo y atmósfera.

  • Presupuesto: 550.000 dólares.

  • Efectos especiales: a cargo de Tom Savini, que acababa de trabajar en Dawn of the Dead (1978). Sus efectos de maquillaje y gore fueron decisivos en el éxito de la película: realistas, creativos y perturbadores.

  • Casting: la mayoría eran actores jóvenes poco conocidos. Kevin Bacon, en uno de sus primeros papeles, acabaría convirtiéndose en estrella.


Estilo visual y atmósfera

  • Cámara subjetiva: gran parte de los asesinatos se filman desde la perspectiva del asesino, aumentando el suspense.

  • Paisaje natural: los bosques y el lago transmiten calma bucólica, rota por la violencia.

  • Uso de la oscuridad y la lluvia: elementos atmosféricos que intensifican la sensación de amenaza.

  • Música de Harry Manfredini: el famoso efecto sonoro “ki-ki-ki, ma-ma-ma” (en realidad una manipulación de “kill, mom”) se convirtió en marca sonora de la saga.

  • Minimalismo visual: no hay monstruos sobrenaturales ni efectos grandilocuentes, solo violencia directa y física.


Personajes y actuaciones

  • Alice Hardy (Adrienne King): heroína final (final girl) que sobrevive a la masacre. Su fragilidad inicial se transforma en fuerza.

  • Pamela Voorhees (Betsy Palmer): asesina inesperada. Su motivación materna pervierte el arquetipo de la madre protectora.

  • Los monitores: encarnan la juventud inconsciente, con estereotipos que luego serían recurrentes en el género: la pareja sexualmente activa, el bromista, la chica sensible.

  • Jason (Ari Lehman): aparece brevemente en el epílogo, plantando las bases del mito.


Temas y simbolismo

  1. La venganza materna: Pamela Voorhees representa el instinto maternal llevado a la locura y al asesinato.

  2. Moral sexual: como en otros slashers, los jóvenes que rompen las normas (sexo, drogas) son castigados.

  3. La naturaleza como escenario ambivalente: el campamento es refugio idílico y al mismo tiempo lugar maldito.

  4. La soledad femenina: Alice como superviviente simboliza la resistencia ante el caos.

  5. El trauma y la herencia: Jason y su madre encarnan cómo el trauma se convierte en legado sangriento.


Recepción crítica

En su estreno, Viernes 13 fue duramente atacada por la crítica, que la calificó de oportunista y explotadora. El New York Times la describió como “grotesca carnicería”.

Sin embargo, el público acudió en masa. La película recaudó casi 40 millones de dólares solo en Estados Unidos, multiplicando por setenta su presupuesto. El fenómeno fue imparable y aseguró secuelas anuales durante la década de los 80.


Legado e influencia

  • Inicio de una saga: dio lugar a más de diez secuelas, un remake en 2009, cómics, novelas, videojuegos y un crossover con Freddy Krueger (Freddy vs. Jason, 2003).

  • Jason como icono: aunque no es el asesino en esta entrega, su breve aparición creó una mitología que definiría el terror ochentero.

  • Consolidación del slasher: junto a Halloween y Pesadilla en Elm Street, forma la tríada básica del género.

  • Merchandising y cultura pop: la máscara de hockey de Jason (introducida en la tercera entrega) se convirtió en uno de los símbolos más reconocibles del terror.

  • Influencia global: inspiró imitaciones en todo el mundo, desde Italia hasta España y América Latina.


Curiosidades

  • Betsy Palmer aceptó el papel de Pamela Voorhees porque necesitaba dinero para comprar un coche. Nunca imaginó que se convertiría en personaje icónico.

  • El grito sonoro “ki-ki-ki, ma-ma-ma” fue creado por Harry Manfredini grabando su propia voz y manipulándola con eco.

  • La escena de la muerte de Kevin Bacon se filmó con un truco artesanal: un tubo bajo la cama expulsaba sangre falsa.

  • El final con Jason saliendo del lago se inspiró en Carrie (1976), que terminaba con un susto similar.

  • Victor Miller, guionista, confesó que nunca pensó en Jason como villano central: fue la franquicia la que lo convirtió en protagonista.


Conclusión

Viernes 13 (1980) es un ejemplo perfecto de cómo una producción modesta puede convertirse en fenómeno cultural. Con una historia sencilla, efectos sangrientos impactantes y un giro final memorable, la película se erigió en uno de los pilares del slasher y dio inicio a una saga que definió el cine de terror de los ochenta.

Su importancia trasciende la calidad cinematográfica: representa el triunfo del cine de género como fenómeno comercial y la consolidación de un imaginario colectivo donde Jason Voorhees, aunque aquí apenas aparece, se convertiría en símbolo universal del miedo.

Más de cuarenta años después, Viernes 13 sigue siendo una pieza clave en la historia del cine de terror, tanto por lo que es como por lo que generó: un universo entero de secuelas, imitaciones y mitologías que aún hoy siguen vivas en la cultura popular. En el tranquilo lago Crystal Lake nació un mito del terror: un lugar maldito donde la sangre juvenil riega cada viernes 13 la semilla del miedo.


LA PELÍCULA EN IMÁGENES


















Ficha técnica

  • Título en español: Viernes 13

  • Título original: Friday the 13th

  • Año de estreno: 1980

  • País: Estados Unidos

  • Director: Sean S. Cunningham

  • Guion: Victor Miller

  • Fotografía: Barry Abrams

  • Música: Harry Manfredini

  • Duración: 95 min

  • Producción: Georgetown Productions / Paramount Pictures

  • Reparto principal:

    • Betsy Palmer (Pamela Voorhees)

    • Adrienne King (Alice Hardy)

    • Harry Crosby (Bill)

    • Jeannine Taylor (Marcie)

    • Kevin Bacon (Jack)

    • Laurie Bartram, Mark Nelson, Robbie Morgan

    • Ari Lehman (Jason niño)