LAS NOVIAS DE DRÁCULA (1960)

El conde ausente y sus novias: la joya gótica de 1960

La joven institutriz Marianne Danielle viaja a Transilvania para incorporarse a una academia femenina. En el trayecto, una serie de circunstancias la llevan a hospedarse en el castillo de la baronesa Meinster. Allí descubre a su hijo, el barón, encadenado en una torre. La baronesa asegura que está enfermo, pero la compasión lleva a Marianne a liberarlo. Pronto descubre el error: el barón es en realidad un vampiro, que tras recuperar su libertad comienza a sembrar el terror en los pueblos cercanos.

El barón seduce y transforma a varias jóvenes en vampiras, creando un aquelarre nocturno que amenaza con extenderse. Marianne queda atrapada en este torbellino de horror, pero recibe la ayuda del doctor Van Helsing, que regresa decidido a enfrentarse a las fuerzas oscuras. El enfrentamiento culmina en un molino de viento, donde Van Helsing, tras una violenta lucha, utiliza la luz del sol para acabar con el vampiro, cerrando momentáneamente el círculo de horror.


Producción y rodaje

Después del gran éxito de Drácula (1958), Hammer buscaba una secuela inmediata. Sin embargo, Christopher Lee se negó a interpretar nuevamente al conde, temiendo encasillarse. El estudio decidió entonces mantener el título “Drácula” por razones comerciales, aunque el personaje no aparece en la película. En su lugar, se creó un nuevo antagonista: el barón Meinster, un joven aristócrata vampírico, interpretado por David Peel.

El guion pasó por múltiples versiones. Jimmy Sangster redactó un primer borrador que incluía a Drácula, pero al confirmarse la ausencia de Lee, se reescribió la historia con un heredero vampírico. Peter Bryan y Edward Percy añadieron elementos de horror gótico y melodrama, mientras Anthony Hinds supervisó todo el proceso.

El rodaje se realizó en los estudios Bray, propiedad de Hammer, donde se construyeron decorados que imitaban castillos, criptas y bosques centroeuropeos. Se reutilizaron y transformaron escenografías de producciones anteriores, logrando una atmósfera recargada y opresiva. La dirección de arte de Bernard Robinson fue fundamental para consolidar la estética barroca y colorista que definió el “look Hammer”.

La fotografía de Jack Asher intensificó los contrastes cromáticos, jugando con tonos rojos, azules y verdes que potenciaban el dramatismo. Esta paleta, unida a la iluminación expresionista, reforzó la sensualidad de las escenas con las “novias” vampíricas.

El director Terence Fisher, que ya había firmado La maldición de Frankenstein (1957) y Drácula (1958), consolidó aquí su estilo: elegante, gótico, cargado de simbolismo religioso y con un equilibrio entre terror y romanticismo.

David Peel, un actor británico relativamente desconocido, fue elegido para dar vida al barón Meinster. Su aspecto juvenil y atractivo aportó un contraste interesante con el magnetismo oscuro de Lee en la película anterior. Sin embargo, Peel abandonó el cine poco después.

Peter Cushing retomó el papel de Van Helsing, aportando rigor y carisma. Su presencia dio continuidad al universo vampírico de Hammer y aportó un héroe moralmente fuerte frente al atractivo corruptor del vampiro.


Estreno y recepción

  • Estreno en Reino Unido: 6 de julio de 1960.

  • Estreno en Estados Unidos: Distribuida por Universal International, que mantenía vínculos con Hammer, se promocionó como secuela oficial de Drácula.

  • Estreno en España: Llegó en 1965, con cortes impuestos por la censura franquista que eliminaban parte de la violencia y los subtextos eróticos.

La película tuvo un buen rendimiento en taquilla y reforzó la popularidad de Hammer a nivel internacional. En países como Francia, Alemania e Italia fue recibida con entusiasmo, consolidando al estudio británico como referente del terror gótico en color.

La crítica contemporánea se mostró dividida: algunos la consideraron inferior a Drácula (1958), criticando la ausencia del conde, mientras otros alabaron la atmósfera visual y la interpretación de Cushing.

En España, pese a los recortes, la película atrajo a un público ávido de cine de terror, proyectándose en cines de barrio y programas dobles.


Críticas y análisis

Con el paso del tiempo, Las novias de Drácula ha sido revalorizada como una de las obras maestras de Hammer. Los críticos destacan:

  • La elegancia de la puesta en escena de Fisher.

  • La fotografía de Jack Asher, que dota a la película de un aire pictórico y gótico único.

  • El personaje de Van Helsing, interpretado por Cushing, que alcanza aquí uno de sus momentos más icónicos (su auto-cauterización de la herida con un hierro candente es una de las escenas más recordadas).

  • El barón Meinster como vampiro alternativo, más sensual y juvenil, aunque con menos carisma que Lee.

La película refleja además el inicio de una transición: el terror de Hammer empezaba a cargar tintes más sensuales, anticipando el giro hacia el erotismo que dominaría en los años 70.


Legado e influencia

  • Consolidó a Hammer como la heredera natural del terror gótico de Universal, pero con un estilo en color, más sangriento y sensual.

  • Influyó en títulos posteriores de Hammer como Kiss of the Vampire (1963) o The Vampire Lovers (1970), que exploraron de manera más explícita la sensualidad del mito vampírico.

  • Reforzó la figura de Van Helsing como héroe central, algo que influiría en futuras versiones y adaptaciones.

  • Introdujo la idea de “linajes vampíricos” más allá de Drácula, un recurso muy utilizado en literatura y cine posterior.

  • Actualmente se considera una de las películas más atmosféricas y artísticas del estudio, incluso más que algunas entregas posteriores con Lee.


Curiosidades

  • Christopher Lee rechazó participar, lo que obligó a crear al barón Meinster como sustituto.

  • La actriz francesa Yvonne Monlaur fue elegida para atraer al mercado europeo continental.

  • El título internacional mantuvo el nombre de Drácula aunque no apareciera, estrategia de marketing habitual en Hammer.

  • Martita Hunt, que interpreta a la baronesa, era una actriz de gran prestigio teatral. Su interpretación aportó solemnidad y dramatismo al inicio de la película.

  • El final en el molino de viento recuerda a la tradición expresionista alemana, con reminiscencias visuales de Frankenstein (1931).

  • En España se publicitaron carteles con mayor énfasis en el nombre “Drácula”, aunque el conde no apareciera.


Ediciones y conservación

  • La película se conserva en buenas condiciones, restaurada en varias ocasiones.

  • Editada en VHS y DVD, en colecciones como The Hammer Horror Series.

  • Disponible en Blu-ray restaurado, con entrevistas y comentarios de historiadores de cine.

  • En España se editó en DVD dentro de packs de terror clásico, aunque no siempre con la mejor calidad de imagen.

  • Actualmente accesible en plataformas digitales con catálogo Hammer.


Bibliografía y fuentes

  • Rigby, Jonathan: English Gothic: A Century of Horror Cinema.

  • Pirie, David: A Heritage of Horror.

  • Newman, Kim: Nightmare Movies.

  • IMDb – FilmAffinity

  • Hemeroteca de La Vanguardia (estrenos en España, 1965)

  • Documental Hammer: The Studio That Dripped Blood (1987)

  • Sitio oficial de la Hammer Films Archive


LA PELÍCULA EN IMÁGENES























Ficha técnica 

  • Título original: The Brides of Dracula

  • Título en España: Las novias de Drácula

  • Año: 1960

  • País: Reino Unido

  • Duración: 85 min

  • Director: Terence Fisher

  • Guion: Jimmy Sangster, Peter Bryan y Edward Percy (a partir de una idea de Anthony Hinds, acreditado como John Elder)

  • Producción: Anthony Hinds (Hammer Film Productions)

  • Fotografía: Jack Asher

  • Montaje: Alfred Cox

  • Música: Malcolm Williamson

  • Reparto principal:

    • Peter Cushing – Doctor Van Helsing

    • David Peel – Barón Meinster

    • Martita Hunt – Baronesa Meinster

    • Yvonne Monlaur – Marianne Danielle

    • Freda Jackson – Greta

    • Miles Malleson – Profesor Zimmer

  • Productora / Distribuidora: Hammer Film Productions / Universal International

  • Presupuesto: Aprox. 200.000 libras esterlinas

  • Recaudación: Buen éxito internacional, reforzó la posición de Hammer como líder del terror gótico