SUSPIRIA (1977)

Un ballet del terror y el color 

En 1977, cuando el cine de terror internacional vivía un momento de transformación con la irrupción de los slashers norteamericanos (La matanza de Texas, Halloween) y el eco aún vigente de El exorcista, Europa sorprendió al mundo con una película radicalmente distinta: Suspiria, dirigida por el italiano Dario Argento.

Argento ya era conocido por sus estilizados gialli —thrillers criminales italianos— como El pájaro de las plumas de cristal (1970) y Rojo oscuro (1975). Sin embargo, con Suspiria abandonó parcialmente la lógica detectivesca del giallo para adentrarse en el terror sobrenatural, creando una obra donde la narración se disolvía en pura experiencia sensorial.

Inspirada libremente en cuentos de hadas oscuros, en la tradición romántica alemana y en la novela Suspiria de Profundis de Thomas De Quincey, la película cuenta la historia de una joven bailarina estadounidense que ingresa en una academia de danza en Friburgo, solo para descubrir que el lugar está dirigido por una antigua orden de brujas.

Más allá de su argumento, Suspiria es célebre por su estética desbordante:

  • Colores saturados, luces primarias (rojos, azules, verdes) que inundan la pantalla.

  • Música compuesta por el grupo progresivo Goblin, que mezcla percusión tribal, sintetizadores y voces susurrantes.

  • Un estilo visual que transforma la violencia en coreografía, el miedo en pesadilla y el espacio arquitectónico en laberinto alucinante.

Aunque la crítica italiana se dividió en su estreno, pronto fue reconocida como una obra maestra del cine de terror. Hoy se considera el punto más alto de Argento y una de las películas más influyentes del género en el siglo XX, inspirando a cineastas como Gaspar Noé, Luca Guadagnino, Darren Aronofsky y Ari Aster.


Argumento 

La llegada a la academia

Suzy Bannion (Jessica Harper), una joven bailarina estadounidense, llega de noche a la academia de danza Tanz Akademie en Friburgo, Alemania. Bajo una intensa tormenta, presencia cómo otra alumna, Pat Hingle, huye despavorida del edificio.

Pat se refugia en casa de una amiga, pero poco después es brutalmente asesinada en una de las secuencias más famosas del cine de terror: un cuchillo atraviesa su pecho, su cuerpo es colgado con un cable metálico y su sangre tiñe los cristales de un vitral. Es un prólogo impactante que anuncia el tono de la película.

La vida en la academia

Suzy se instala en la academia, dirigida por la misteriosa Madame Blanc (Joan Bennett) y la inquietante instructora Miss Tanner (Alida Valli). Desde el inicio, percibe un ambiente extraño: los profesores susurran en alemán, los pasillos están iluminados con luces irreales, y ruidos inquietantes perturban el sueño de las alumnas.

Suzy entabla amistad con Sara (Stefania Casini), que le advierte de extraños sucesos y desapariciones ocurridas en el lugar. La protagonista también empieza a sufrir mareos y debilidad tras beber vino ofrecido por la academia, lo que sugiere que está siendo drogada.

Misterios y muertes

La tensión se incrementa con nuevas muertes macabras:

  • El pianista ciego de la academia es atacado por su propio perro en la plaza pública, en una escena filmada con gran intensidad.

  • Sara, investigando los secretos del edificio, cae en un cuarto lleno de alambres de espino y muere atrapada en un laberinto de dolor.

Paralelamente, Suzy investiga las pistas dejadas por Pat antes de morir, descubriendo que la academia está construida sobre antiguos cimientos ligados a una orden oculta.

El secreto revelado

En el clímax, Suzy descubre que la academia está regida por un aquelarre de brujas lideradas por Helena Markos, la “Madre Suspiriorum”, una figura legendaria que fundó la escuela en el siglo XIX.

Suzy encuentra a Markos en su habitación, apenas visible, un cuerpo grotesco y decrépito que parece más espíritu que carne. Al atacarla con un alfiler, la figura desaparece y la academia comienza a derrumbarse en un caos de fuego y destrucción.

La película concluye con Suzy saliendo bajo la lluvia, sonriendo levemente, mientras la música de Goblin anuncia que la pesadilla ha terminado… o quizá apenas comienza.


Recepción y censura

En Italia, Suspiria dividió a la crítica: algunos la consideraron un triunfo estético, otros la tacharon de incoherente y excesivamente sangrienta. En Estados Unidos, sin embargo, obtuvo un fuerte reconocimiento en el circuito de cine de medianoche, donde se convirtió en película de culto.

Fue censurada en varios países por sus escenas gráficas de violencia, especialmente el asesinato inicial y la muerte de Sara. En el Reino Unido, llegó a ser incluida en la lista de “video nasties” durante la polémica de los años 80.

Hoy, es reconocida como una de las obras maestras indiscutibles del terror europeo, regularmente citada en listas de las mejores películas de terror de todos los tiempos.


Producción y rodaje

  • Director y guionista: Dario Argento, con aportaciones de Daria Nicolodi (su pareja y colaboradora habitual).

  • Inspiración: la novela Suspiria de Profundis (1845) de Thomas De Quincey y recuerdos de Nicolodi sobre su infancia en un internado sospechoso de prácticas ocultistas.

  • Fotografía: Luciano Tovoli, que utilizó filtros de color primario y técnicas de iluminación poco convencionales para crear un mundo de pesadilla.

  • Escenarios: la academia fue ambientada en el Grand Hotel de Múnich y en decorados construidos en Roma.

  • Música: Goblin, grupo italiano de rock progresivo, cuya partitura —con voces susurradas y percusión hipnótica— se convirtió en parte esencial del film.

  • Reparto: Jessica Harper (Suzy Bannion), Stefania Casini (Sara), Flavio Bucci (Daniel, el pianista), Miguel Bosé (Mark, un bailarín), Alida Valli (Miss Tanner), Joan Bennett (Madame Blanc).


Análisis temático

  • El cuento de hadas oscuro: Suspiria funciona como una versión adulta de Hansel y Gretel, con una joven atrapada en un mundo de brujas y monstruos.

  • El poder del color: el rojo, el azul y el verde dominan la puesta en escena, creando un universo irreal y onírico.

  • La música como hechizo: el sonido de Goblin no acompaña la acción, sino que la domina, envolviendo al espectador en trance.

  • La mujer en peligro: Suzy es una heroína pasiva que, poco a poco, debe descubrir la verdad y enfrentarse a la bruja madre.

  • El espacio como pesadilla: la academia es un laberinto vivo, con pasillos interminables y habitaciones ocultas que parecen responder a fuerzas sobrenaturales.

  • El cuerpo femenino: los asesinatos se convierten en coreografías sangrientas, mezcla de belleza plástica y violencia brutal.


Curiosidades

  • Argento planeó inicialmente que las protagonistas fueran niñas pequeñas, pero para evitar problemas de censura mantuvo la idea de la ingenuidad infantil en los diálogos y comportamientos, aunque las actrices eran adultas.

  • Miguel Bosé debutó en el cine en este film, en un papel menor.

  • Goblin compuso la música antes del rodaje; Argento la hacía sonar en el set a todo volumen para aterrorizar a las actrices.

  • El título se conecta con la idea de las Tres Madres (Mater Suspiriorum, Mater Lachrymarum, Mater Tenebrarum), que Argento exploraría en Inferno (1980) y La madre del mal (2007).


La estética Argento

Argento creó con Suspiria una experiencia visual única, en la que la lógica narrativa se subordina a la estética. Los asesinatos se convierten en auténticos ballets de color y sonido. La película puede entenderse más como una sinfonía de sensaciones que como un relato tradicional.


Influencia y legado

  • Inspiró directamente a películas posteriores como Black Swan (2010) de Darren Aronofsky.

  • Influencias visibles en Gaspar Noé (Climax, Enter the Void) y Ari Aster (Hereditary, Midsommar).

  • El remake de Suspiria (2018) de Luca Guadagnino reinterpretó la historia en clave política y de danza contemporánea, pero no eclipsó el estatus del original.


Bibliografía y fuentes

  • McDonagh, Maitland. Broken Mirrors, Broken Minds: The Dark Dreams of Dario Argento.

  • Curti, Roberto. Italian Gothic Horror Films, 1970–1979.

  • Entrevistas con Argento y Nicolodi en Cahiers du Cinéma.

  • Documentales: Dario Argento: An Eye for Horror (2000).

  • Ensayos críticos en Sight & Sound, Film Comment.


Conclusión

Suspiria es mucho más que una película de terror: es un poema visual, una sinfonía de colores y sonidos que transforma lo macabro en arte. Argento convirtió el horror en un ballet, donde cada asesinato es coreografía, cada nota de Goblin es un hechizo, cada filtro de color es un portal a lo irreal.

La academia de Friburgo no es solo escenario: es un laberinto demoníaco, un útero maligno del que la protagonista debe escapar. Suzy representa la inocencia enfrentada a un mundo de brujas, la pureza atrapada en una tela de araña de maldad ancestral.

El film no pretende explicar, sino fascinar. Y lo logra: su atmósfera hipnótica y su estética radical lo convirtieron en uno de los mayores logros del cine de terror del siglo XX.

Con Suspiria, el terror dejó de ser únicamente narrativo para convertirse en sensorial, abriendo caminos que aún hoy inspiran a cineastas de todo el mundo. Suspiria sigue siendo, más de cuatro décadas después, la obra maestra absoluta de Argento y un icono del cine de terror europeo: un carnaval de luz, sangre y música que redefine lo que puede ser una pesadilla cinematográfica.


LA PELÍCULA EN IMÁGENES


















Ficha técnica

  • Título original: Suspiria

  • Título en España: Suspiria

  • Año: 1977

  • País: Italia

  • Dirección: Dario Argento

  • Guion: Dario Argento, Daria Nicolodi

  • Fotografía: Luciano Tovoli

  • Música: Goblin

  • Reparto: Jessica Harper (Suzy Bannion), Stefania Casini (Sara), Flavio Bucci (Daniel), Miguel Bosé (Mark), Alida Valli (Miss Tanner), Joan Bennett (Madame Blanc), Barbara Magnolfi (Olga)

  • Productora: Seda Spettacoli

  • Duración: 98 min

  • Estreno: 1 de febrero de 1977 (Italia), 1978 (España)