LOS INTRUSOS (1944)

La primera gran casa encantada del Hollywood clásico

Hasta mediados de los años 40, el cine estadounidense había abordado el tema de los fantasmas mayoritariamente en clave de comedia o farsa, con títulos como Topper (1937) o Here Comes Mr. Jordan (1941). El espíritu en Hollywood era algo amable, juguetón, casi siempre ligado al humor o al sentimentalismo. Pero en 1944, en plena Segunda Guerra Mundial, la Paramount produjo un film que cambió el enfoque: The Uninvited (Los intrusos), dirigida por Lewis Allen.

Basada en la novela de Dorothy Macardle, el film trasladaba a la pantalla una historia de casa encantada tratada con seriedad, sin coartadas cómicas, y en un entorno realista y cotidiano. Por primera vez en Hollywood, los fantasmas eran presentados como algo auténticamente inquietante, con un trasfondo emocional y trágico.

La historia transcurre en una mansión victoriana frente al mar, comprada por un compositor y su hermana. Lo que parece un refugio idílico pronto se revela como un espacio embrujado: ruidos inexplicables, una mujer que llora en la noche, flores que se marchitan de repente… Los fenómenos paranormales se relacionan con un pasado oscuro de pasiones, maternidad frustrada y muerte.

La película logró un tono muy particular: mezcla de romance gótico, drama psicológico y horror sobrenatural. No es un film de sobresaltos, sino de atmósfera: largos pasillos, acantilados batidos por el mar, sombras proyectadas en la pared. La música de Victor Young y la canción “Stella by Starlight” —que se convertiría en estándar del jazz— refuerzan esa sensación de romanticismo melancólico.

Con el tiempo, Los intrusos se convirtió en referencia esencial del cine de casas encantadas, influyendo en títulos posteriores como The Haunting (1963), The Innocents (1961) o incluso The Others (2001). Hoy se considera un clásico absoluto del cine gótico americano, y un film que dio dignidad y madurez al fantasma cinematográfico.


Argumento 

El hallazgo de la mansión

En la costa de Cornualles, el compositor Roderick Fitzgerald (Ray Milland) y su hermana Pamela (Ruth Hussey) descubren una mansión victoriana llamada Windward House. Seducidos por su belleza y su ubicación frente al mar, deciden comprarla a precio bajo. El propietario, el coronel Coatsworth (Donald Crisp), parece ansioso por venderla, aunque con reservas.

Primeras inquietudes

Instalados en la casa, los Fitzgerald comienzan a percibir fenómenos extraños: ruidos de pasos en habitaciones vacías, portazos repentinos, y sobre todo un llanto femenino desgarrador que resuena por la noche en los pasillos. Pamela, sensible y práctica, cree en la autenticidad del fenómeno. Roderick, más escéptico, intenta racionalizarlo.

Stella y el pasado oculto

Los Fitzgerald conocen a Stella Meredith (Gail Russell), la nieta del coronel, una joven hermosa pero frágil que mantiene una relación emocional con la casa. Pronto se revela que Windward House fue escenario de una tragedia: la madre de Stella murió allí en circunstancias misteriosas, y desde entonces la mansión parece embrujada.

Stella siente una atracción irresistible por la casa, como si el espíritu de su madre la reclamara. Pero el coronel Coatsworth intenta mantenerla alejada, temiendo por su salud mental.

Manifestaciones crecientes

Los fenómenos paranormales se intensifican: el llanto se convierte en presencias palpables, un frío sobrenatural invade las estancias, flores se marchitan instantáneamente. En una escena memorable, Stella es poseída en trance por una fuerza invisible.

Roderick y Pamela recurren a una médium para intentar esclarecer el misterio. Durante una sesión espiritista, la voz del más allá revela secretos perturbadores: en la casa no hay un solo espíritu, sino dos. Uno protector y otro maligno.

La verdad sale a la luz

La investigación revela un triángulo pasional en el pasado: el padre de Stella estuvo dividido entre su esposa, Mary, y la institutriz, Carmel. Una de ellas murió en circunstancias violentas, y las versiones oficiales estaban tergiversadas. La revelación final es que el espíritu protector era Carmel, la verdadera madre de Stella, mientras que Mary es el espectro maligno que intenta arrastrarla a la muerte.

El clímax en el acantilado

En la secuencia final, Stella, bajo la influencia del espíritu maléfico, camina hipnotizada hacia el acantilado. Roderick la rescata en el último instante. El exorcismo simbólico expulsa la presencia maligna, y Windward House recupera la calma. La casa, antes dominada por el dolor, queda ahora purificada.


Recepción 

En su estreno en 1944, The Uninvited sorprendió a la crítica y al público. Era la primera vez que un estudio de prestigio trataba el tema de los fantasmas con seriedad, sin humor ni trucos baratos. La revista Variety la describió como “un thriller elegante y atmosférico”.

La censura, sin embargo, vigiló de cerca el subtexto sexual y moral de la historia. En la novela original, la relación entre Mary y Carmel tenía connotaciones mucho más ambiguas, incluso con elementos de rivalidad erótica que el Código Hays obligó a suavizar. Aun así, el film conserva un aire subversivo, especialmente en la intensidad de la presencia femenina y en la “obsesión” de Stella por la casa.


Análisis temático

  • La casa encantada como metáfora: Windward House representa el pasado que no se puede enterrar, los secretos familiares que persisten.

  • El fantasma como trauma heredado: Stella es el vínculo vivo con el pasado, víctima de fuerzas anteriores a ella.

  • Dualidad femenina: Mary y Carmel, madre y amante, se convierten en fuerzas espirituales opuestas, protectora y destructora.

  • Romanticismo gótico: acantilados, mar embravecido, mansión victoriana: elementos que convierten la historia en heredera del romanticismo literario.

  • El llanto como signo de lo reprimido: los sollozos nocturnos encarnan el dolor y la injusticia que no encontraron resolución en vida.


Curiosidades

  • Fue la primera película de Hollywood en presentar fantasmas como reales y terroríficos, sin explicación racional.

  • La canción “Stella by Starlight”, compuesta por Victor Young para el film, se convirtió en un estándar de jazz grabado por artistas como Miles Davis y Frank Sinatra.

  • Gail Russell, que interpreta a Stella, tenía solo 19 años y fue lanzada al estrellato gracias a este papel, aunque su vida posterior estuvo marcada por problemas personales.

  • La mansión Windward House se construyó parcialmente en estudio, combinando decorados interiores con maquetas de acantilados.

  • Lewis Allen, su director, nunca volvió a rodar otro film de terror, pero dejó aquí un clásico absoluto.


Restauraciones 

  • Durante décadas fue una película poco vista, debido a la falta de reposiciones.

  • En los años 90 fue rescatada por el BFI y por ediciones en VHS y DVD que le devolvieron prestigio.

  • Hoy circula en copias restauradas que permiten apreciar su fotografía expresionista en todo su esplendor.


Herencia cultural

  • Fue pionera del cine de casas encantadas serias en Hollywood.

  • Influenció directamente a The Innocents (1961) de Jack Clayton y The Haunting (1963) de Robert Wise.

  • El motivo del “fantasma que llora” ha sido reutilizado en numerosas películas posteriores.

  • Es considerada precursora espiritual de títulos modernos como The Others (2001).

  • “Stella by Starlight” trascendió el film y se convirtió en una de las melodías más célebres del siglo XX.


Bibliografía y fuentes

  • Clarens, Carlos. An Illustrated History of the Horror Film. Putnam, 1967.

  • Skal, David J. The Monster Show. W.W. Norton, 1993.

  • BFI Dossier: The Uninvited (1995).

  • Archivos de prensa: Variety (1944), The New York Times (1944).

  • Vieira, Mark. Sin in Soft Focus: Pre-Code Hollywood. Abrams, 1999 (contexto del Código Hays).


Conclusión

Los intrusos es una película fundamental en la historia del cine de terror. Con ella, Hollywood se atrevió por primera vez a mostrar el fantasma como fenómeno real y aterrador, abandonando la comedia para entrar en el terreno del gótico serio.

La clave de su poder está en la atmósfera: el llanto nocturno, los acantilados, la casa en sombra, los silencios cargados de misterio. Más que en los sobresaltos, el terror de The Uninvited está en lo que no se ve, en la sugerencia de que el pasado nunca muere.

A la vez, es una historia profundamente romántica y femenina: dos figuras maternas convertidas en fuerzas espirituales que luchan por el destino de Stella. Esa dualidad convierte el relato en algo más que un cuento de miedo: es un drama sobre la memoria, la maternidad y la herencia de los pecados familiares.

Su legado es inmenso. Sin The Uninvited, probablemente no existiría el cine moderno de casas encantadas tal y como lo conocemos. Su influencia llega desde The Haunting hasta The Others, y aún hoy, al escuchar ese llanto en la oscuridad, sentimos el eco de un clásico inmortal. Con Los intrusos, Hollywood demostró que los fantasmas podían ser materia seria y poética. Fue el comienzo de un linaje que aún hoy sigue alimentando nuestras pesadillas.


LA PELÍCULA EN IMÁGENES














Ficha técnica

  • Título original: The Uninvited

  • Título en España: Los intrusos

  • Año: 1944

  • País: Estados Unidos

  • Dirección: Lewis Allen

  • Guion: Dodie Smith, Frank Partos, basado en la novela de Dorothy Macardle

  • Fotografía: Charles Lang (ganador del Óscar por su trabajo)

  • Música: Victor Young

  • Reparto: Ray Milland (Roderick Fitzgerald), Ruth Hussey (Pamela Fitzgerald), Gail Russell (Stella Meredith), Donald Crisp (Coronel Coatsworth), Alan Napier (Dr. Scott)

  • Productora: Paramount Pictures

  • Duración: 99 minutos

  • Estreno: 1944 (EE.UU.)