LA PROFECÍA (1976)
El anticristo se apodera del cine de terror
La década de 1970 fue una edad dorada del cine de terror adulto. Tras El exorcista (1973), que marcó un antes y un después, Hollywood comprendió que el público estaba dispuesto a ver historias oscuras, religiosas y perturbadoras que mezclaban el horror sobrenatural con dilemas morales.
En ese contexto surgió La profecía (The Omen, 1976), dirigida por Richard Donner, una película que supo explotar el miedo al Apocalipsis, al anticristo y a la manipulación de la fe. Su combinación de atmósfera inquietante, muertes impactantes y una partitura diabólica de Jerry Goldsmith la convirtieron en un fenómeno internacional.
El éxito fue inmediato: recaudó decenas de millones, generó secuelas, una nueva ola de “horror religioso” y consolidó a Donner, que poco después dirigiría Superman (1978). Pero sobre todo, La profecía popularizó la idea de que el mal podía tomar la forma de un niño inocente, algo que todavía hoy provoca escalofríos.
Sinopsis
La película comienza en Roma. El diplomático estadounidense Robert Thorn (Gregory Peck) recibe la noticia de que su esposa Katherine (Lee Remick) ha dado a luz a un niño muerto. Temiendo destrozar a su mujer con la noticia, acepta la propuesta de un sacerdote: adoptar a un recién nacido huérfano cuya madre ha muerto en el parto. Robert no le cuenta a Katherine la verdad, y ambos crían al niño como si fuera suyo. Le llaman Damien.
Los años pasan y la familia vive en Londres, donde Robert es nombrado embajador de EE.UU. en el Reino Unido. Poco a poco, sucesos extraños rodean al pequeño Damien:
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En su quinto cumpleaños, su niñera se suicida públicamente colgándose ante todos mientras grita: “Es todo por ti, Damien”.
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Una misteriosa institutriz, Mrs. Baylock (Billie Whitelaw), aparece para cuidar del niño, pero en realidad protege su verdadera naturaleza demoníaca.
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El sacerdote Padre Brennan (Patrick Troughton) insiste en que Damien es el Hijo del Diablo, y trata de advertir a Robert, pero muere de manera brutal al ser atravesado por una vara metálica durante una tormenta.
Robert comienza a sospechar. Junto con el fotógrafo Keith Jennings (David Warner), descubre una serie de muertes inexplicables relacionadas con Damien. Las fotos de Keith parecen mostrar premoniciones de la forma en que morirá cada víctima.
Sus investigaciones les llevan hasta el arqueólogo Bugenhagen (Leo McKern) en Israel, quien les revela la verdad: Damien es el Anticristo, nacido del Diablo y destinado a provocar el Apocalipsis. Para detenerlo, Robert debe matarlo con unas dagas sagradas en suelo consagrado.
El clímax llega cuando Robert, atormentado pero decidido, intenta asesinar a Damien en una iglesia. Justo cuando va a clavarle las dagas, la policía irrumpe y lo mata a tiros, creyendo que está cometiendo un asesinato. En el funeral, la cámara muestra a Damien sonriendo, cogido de la mano del presidente de Estados Unidos, mientras su mirada directa a la cámara cierra la película con un escalofrío.
Contexto de la producción
Inspiración y guion
El productor Harvey Bernhard quería aprovechar la ola de cine satánico desatada por El exorcista. Encargó al guionista David Seltzer una historia que mezclara profecías bíblicas, numerología y conspiración diabólica. La idea del “anticristo niño” era novedosa, y el guion jugaba con símbolos apocalípticos como el número 666.
Elección del director
Richard Donner, entonces un director televisivo sin grandes créditos en cine, fue elegido. Su puesta en escena sobria y realista hizo que lo sobrenatural pareciera más creíble.
Gregory Peck, un fichaje de lujo
El fichaje de Gregory Peck, ya un actor veterano y respetado, aportó prestigio. Peck aceptó en parte porque acababa de sufrir una tragedia personal (el suicidio de su hijo), lo que dio a su interpretación un tono grave y doloroso.
La música de Jerry Goldsmith
Uno de los elementos más influyentes del film. Goldsmith compuso Ave Satani, un himno satánico en latín, con coros que invocaban al demonio. Ganó el Oscar y convirtió la música en parte inseparable del mito.
La “maldición” de La profecía
Al igual que con El exorcista, circularon historias sobre accidentes durante el rodaje: Peck y otros miembros del equipo sufrieron incidentes de avión, Ray Berwick (entrenador de animales) fue atacado por un león, y un especialista murió en circunstancias extrañas. Todo esto reforzó la leyenda negra de la película.
Personajes y actuaciones
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Robert Thorn (Gregory Peck): encarna al padre atormentado, dividido entre el amor paternal y el deber moral de salvar al mundo.
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Katherine Thorn (Lee Remick): víctima trágica, cuya creciente sospecha la convierte en blanco de la maldad de Damien.
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Damien (Harvey Stephens): con apenas 5 años, transmite una mezcla de inocencia y amenaza; su mirada final es uno de los grandes iconos del cine de terror.
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Mrs. Baylock (Billie Whitelaw): la institutriz diabólica, fanática protectora del Anticristo, aporta una dimensión casi de secta.
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Keith Jennings (David Warner): investigador escéptico, su destino fatal añade dramatismo.
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Padre Brennan (Patrick Troughton): un personaje desesperado, símbolo del sacerdote que ve la verdad pero es incapaz de impedir la catástrofe.
Estilo visual y narrativo
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Realismo cotidiano: Donner rueda como si fuera un drama político, lo que hace más perturbador lo sobrenatural.
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Muertes espectaculares: cada una está coreografiada con precisión: el suicidio de la niñera, la decapitación de Keith, la caída de Katherine.
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Símbolos religiosos: cruces, iglesias, profecías bíblicas y la marca 666 como leitmotiv visual.
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Uso del suspense: escenas largas, silencios y miradas de Damien refuerzan la sensación de amenaza.
Temas y simbolismo
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El anticristo: Damien encarna el miedo bíblico al fin del mundo y al poder del Mal en la tierra.
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La paternidad y el sacrificio: Robert se enfrenta al dilema imposible de matar a su propio hijo por el bien de la humanidad.
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El destino inmutable: la película plantea que las profecías se cumplen inevitablemente, pese a los intentos humanos.
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La corrupción del poder: el desenlace, con Damien adoptado por el presidente de EE.UU., sugiere la infiltración del Mal en las instituciones más altas.
Recepción
La película fue un éxito de taquilla, con más de 60 millones recaudados solo en EE.UU. y gran repercusión internacional.
La crítica la comparó inevitablemente con El exorcista: algunos la consideraron inferior, pero muchos elogiaron su atmósfera, la interpretación de Peck y la música de Goldsmith.
En España se estrenó en 1976 con gran impacto, aunque sufrió debates sobre censura debido a su contenido religioso.
Legado e influencia
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Secuelas: generó una saga con Damien: Omen II (1978), The Final Conflict (1981) y Omen IV (1991).
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Remake: en 2006 se rodó una nueva versión, estrenada estratégicamente el 6/6/06, que fracasó en comparación con el original.
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Impacto cultural: Damien se convirtió en sinónimo de “niño diabólico”, y la cifra 666 pasó a formar parte del imaginario popular.
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Influencia en el terror posterior: inspiró películas sobre niños malignos (El pueblo de los malditos, La huérfana, Hereditary).
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Jerry Goldsmith: su partitura es considerada una de las mejores de la historia del cine de terror.
Conclusión
La profecía (1976) es un clásico del terror apocalíptico, tan influyente como El exorcista. Con una historia de terror bíblico contada con realismo político, supo transformar el miedo religioso en espectáculo cinematográfico.
El carisma de Gregory Peck, la atmósfera de Richard Donner y la música demoníaca de Jerry Goldsmith la elevaron a la categoría de culto. Hoy sigue siendo uno de los grandes títulos del terror de los 70 y una de las películas que mejor ha sabido plasmar el pavor universal a la llegada del Anticristo.
LA PELÍCULA EN IMÁGENES
Ficha técnica
Título original: The Omen
Título en España: La profecía
Año de estreno: 1976
País: Reino Unido / Estados Unidos
Idioma original: Inglés
Duración: 111 minutos
Formato: Color – Panavision 2.35:1 – Sonoro Dolby Stereo
Clasificación: R en EE.UU.; en España fue calificada para mayores de 18 años en su estreno.
Producción
Estudio: 20th Century Fox
Productor: Harvey Bernhard
Productor ejecutivo: Mace Neufeld
Distribuidora: 20th Century Fox
Presupuesto: 2,8 millones de dólares
Recaudación: más de 60 millones en EE.UU. (éxito mundial)
Equipo creativo
Dirección: Richard Donner
Guion: David Seltzer (basado en una historia original de Harvey Bernhard)
Fotografía: Gilbert Taylor (director de fotografía de La guerra de las galaxias, Dr. Strangelove y El resplandor)
Montaje: Stuart Baird
Dirección artística: Anthony Mendleson
Música: Jerry Goldsmith (Oscar a la mejor banda sonora)
Efectos especiales: John Richardson
Reparto principal
Gregory Peck – Robert Thorn
Lee Remick – Katherine Thorn
Harvey Stephens – Damien Thorn
Billie Whitelaw – Mrs. Baylock
David Warner – Keith Jennings
Leo McKern – Carl Bugenhagen
Patrick Troughton – Padre Brennan
Estreno y premios
Estreno en EE.UU.: 25 de junio de 1976
Estreno en España: 13 de octubre de 1976
Premios: Oscar a la mejor banda sonora (Jerry Goldsmith); nominaciones a mejor canción original (“Ave Satani”) y mejor montaje.
Globos de Oro: nominación a mejor banda sonora.