EL EXORCISTA (1973)

Algo incomprensible sucede en esta casa

El Exorcista no solo fue un éxito sin precedentes en taquilla, sino que redefinió para siempre el cine de terror. Adaptada de la novela de William Peter Blatty, inspirada a su vez en un caso real de exorcismo en 1949, la película llevó al gran público un tipo de horror visceral, perturbador y profundamente religioso que hasta entonces se reservaba al cine de serie B.

La historia de Regan MacNeil, una niña poseída por una entidad demoníaca, y los sacerdotes que arriesgan su vida para salvarla, desató una auténtica conmoción social. Hubo desmayos, protestas y debates teológicos, mientras la crítica oscilaba entre el escándalo y la admiración.

Dirigida por William Friedkin con un realismo casi documental, y con interpretaciones memorables de Linda Blair, Ellen Burstyn, Jason Miller y Max von Sydow, el film se convirtió en fenómeno cultural. Su combinación de terror psicológico, efectos especiales revolucionarios y un trasfondo espiritual lo elevaron a la categoría de clásico absoluto.

Más de cincuenta años después, El Exorcista sigue siendo considerada la película más aterradora de la historia, un hito que abrió la puerta al terror moderno y dejó una huella imborrable en la cultura popular.


Sinopsis 

La historia se abre en Irak, donde el padre Merrin (Max von Sydow) descubre antiguos vestigios demoníacos, presagio de la batalla espiritual que está por venir. Mientras tanto, en Georgetown (Washington D.C.), la actriz Chris MacNeil (Ellen Burstyn) vive con su hija de 12 años, Regan (Linda Blair), en una casa alquilada durante un rodaje.

Regan comienza a mostrar síntomas inquietantes: primero cambios de carácter, luego comportamientos violentos, convulsiones y un lenguaje obsceno impropio de una niña. Los médicos atribuyen los hechos a causas neurológicas y psicológicas, pero los tratamientos fracasan. La desesperación lleva a Chris a consultar a la Iglesia.

Entra en escena el padre Damien Karras (Jason Miller), sacerdote y psiquiatra que atraviesa una crisis de fe tras la muerte de su madre. Escéptico en un principio, acaba convencido de que Regan es víctima de una posesión demoníaca. Se solicita la ayuda del veterano exorcista Lankester Merrin.

La confrontación entre los dos sacerdotes y la entidad que controla a Regan culmina en un clímax brutal: Merrin muere exhausto durante el ritual, y Karras, en un acto de sacrificio, invita al demonio a poseerle y se lanza por la ventana, entregando su vida para salvar a la niña.


Terror en clave realista

Friedkin rodó la película como si fuera un drama realista, alejándose del artificio gótico. Las escenas médicas están filmadas con crudeza casi documental, y la vida familiar de Chris y Regan se muestra con normalidad, lo que hace aún más impactante la irrupción de lo sobrenatural.

Personajes y simbolismo

  • Regan: su posesión es una metáfora de la pérdida de la inocencia y el miedo a lo inexplicable.

  • Chris MacNeil: representa la racionalidad y la desesperación de una madre ante algo que no entiende.

  • Padre Karras: encarna la duda moderna, el hombre dividido entre la ciencia y la fe.

  • Padre Merrin: es la fe antigua, debilitada por la edad pero fuerte en convicciones.

Estilo y atmósfera

La fotografía de Owen Roizman, con tonos fríos y luces tenues, contribuye al clima inquietante. La música, aunque escasa, quedó marcada por el tema Tubular Bells de Mike Oldfield, convertido en seña de identidad del film.

Efectos y técnicas

Los efectos prácticos revolucionaron el género:

  • La cama vibrando.

  • El vómito verde.

  • La rotación de 360º de la cabeza.

  • La levitación.
    Todo ello rodado sin trucajes digitales, con ingeniosas técnicas mecánicas y maquillaje de Dick Smith.


CURIOSIDADES 

  • El caso real que inspiró la novela fue el de un niño en Maryland en 1949. Blatty cambió el género a femenino para la ficción.

  • Ellen Burstyn sufrió una lesión permanente de espalda al rodar la escena en que es lanzada contra la pared.

  • Linda Blair, de solo 12 años, recibió amenazas y tuvo que contar con protección policial tras el estreno.

  • El doblaje español de 1975 generó enorme impacto: el tono rasgado de Mercedes McCambridge en inglés se trasladó con acierto, aumentando la crudeza.

  • En el set se vivieron accidentes y muertes, lo que alimentó la leyenda de que la producción estaba maldita.

  • En algunos cines se repartían bolsas de papel para los espectadores que se mareaban.


CRÍTICAS DE LA ÉPOCA

En Estados Unidos, la crítica se dividió. The New York Times la calificó de “pura explotación”, mientras que The Washington Post habló de “obra maestra del cine moderno de terror”. Pauline Kael, crítica influyente, reconoció su impacto pero la acusó de sensacionalista.

En España, donde se estrenó en 1975 tras superar la censura franquista, la recepción fue explosiva. Largas colas en cines demostraron la expectación. Algunos críticos españoles la tildaron de “peligrosa” y “perturbadora”, mientras otros destacaban su impecable factura técnica.

El público quedó dividido entre quienes la consideraban blasfema y quienes la veían como una obra imprescindible. Hubo incluso protestas religiosas y debates en prensa sobre si debía exhibirse.

El retraso de dos años respecto a su estreno original aumentó el mito. Cuando llegó a España, coincidía con el inicio de la apertura cultural del tardofranquismo, lo que contribuyó a su éxito. Se convirtió en un fenómeno de masas, con sesiones repletas y espectadores que salían del cine conmocionados.


RECEPCIÓN E IMPACTO

  • Taquilla: superó los 400 millones de dólares mundiales. Fue durante años la película de terror más taquillera de la historia.

  • Premios: 10 nominaciones al Óscar, con 2 premios (Guion adaptado y Sonido). 4 Globos de Oro, entre ellos Mejor Película Dramática.

  • Legado: abrió la puerta a subgéneros de posesiones y exorcismos, influyendo en títulos como Poltergeist (1982), El Exorcismo de Emily Rose (2005) o El Conjuro (2013).


El Exorcista no es solo terror, es un espejo de los miedos colectivos de los años 70: la crisis de fe, el poder del mal, la fragilidad de la familia moderna. Su impacto fue tan profundo que, 50 años después, sigue viva en el imaginario popular.

En España, su estreno marcó una generación. Muchos espectadores recuerdan aún la conmoción, las colas en los cines y las discusiones posteriores. Pocas películas han conseguido trascender el cine para convertirse en mito cultural.

Con El Exorcista, William Friedkin y William Peter Blatty no solo hicieron historia, sino que cambiaron para siempre la forma en que concebimos el miedo en la pantalla.


LA PELÍCULA EN IMÁGENES

















Ficha técnica 

Título original: The Exorcist
Título en español: El Exorcista
Año de estreno: 1973
País: Estados Unidos
Idioma original: Inglés
Duración: 122 min (versión original) / 132 min (director’s cut, 2000)
Formato: Color, 1.85:1, sonido Dolby
Clasificación: X en Reino Unido; R en EE. UU.

Producción

  • Estudio: Warner Bros.

  • Productores: William Peter Blatty (también autor de la novela), Noel Marshall

  • Presupuesto: ~12 millones de dólares

  • Recaudación mundial: +400 millones de dólares (uno de los mayores éxitos de terror de todos los tiempos)

Equipo creativo

  • Director: William Friedkin (The French Connection)

  • Guion: William Peter Blatty, basado en su novela homónima de 1971

  • Fotografía: Owen Roizman

  • Montaje: Evan A. Lottman, Norman Gay

  • Música: selección de piezas clásicas, con el tema central Tubular Bells de Mike Oldfield

  • Efectos especiales: Dick Smith (maquillaje), Marcel Vercoutere (efectos mecánicos)

Reparto principal

  • Ellen Burstyn – Chris MacNeil

  • Linda Blair – Regan MacNeil

  • Jason Miller – Padre Damien Karras

  • Max von Sydow – Padre Lankester Merrin

  • Lee J. Cobb – Teniente Kinderman

  • Kitty Winn – Sharon

  • Jack MacGowran – Burke Dennings

Estreno y premios

  • Estreno mundial: 26 de diciembre de 1973 (EE. UU.)

  • Premios: 2 Oscar (Mejor guion adaptado, Mejor sonido) de 10 nominaciones, incluyendo Mejor película y Mejor director. Ganó 4 Globos de Oro.