GARRAS HUMANAS (1929)

Lon Chaney y la tragedia del deseo imposible

En pleno auge del cine mudo, Tod Browning —que más tarde dirigiría Drácula (1931) y La parada de los monstruos (1932)— exploraba ya su fascinación por lo grotesco, lo marginal y lo prohibido.

Garras humanas (The Unknown) es quizá su película más oscura y retorcida de los años 20: un melodrama de feria que se transforma en una pesadilla de obsesión, mutilación y deseo imposible.

El film destaca sobre todo por la actuación de Lon Chaney, quien interpreta a un lanzador de cuchillos que se hace pasar por un hombre sin brazos, ocultando un terrible secreto. Frente a él, una jovencísima Joan Crawford, en uno de los primeros papeles importantes de su carrera, encarna la pureza y el objeto de deseo prohibido.

La mezcla de melodrama circense, romance enfermizo y horror psicológico convierte a Garras humanas en una pieza clave del cine expresionista norteamericano y en una de las películas más perturbadoras del Hollywood mudo.


Sinopsis 

Alonzo (Lon Chaney) es un artista de circo que lanza cuchillos con los pies, aparentando no tener brazos. En realidad, es un criminal fugitivo que esconde sus brazos para no ser identificado.

Durante sus actuaciones conoce a Nanon (Joan Crawford), hija del dueño del circo. Ella sufre un trauma: siente un rechazo patológico hacia los hombres que intentan abrazarla o tocarla, lo que la hace vulnerable a la aparente “incapacidad” de Alonzo.

Enamorado de Nanon y obsesionado con poseerla, Alonzo trama un plan extremo: decide amputarse realmente los brazos para convertirse en el hombre perfecto para ella.

Pero cuando regresa tras la operación, descubre que Nanon ha superado su trauma y se ha enamorado de Malabar (Norman Kerry), el forzudo del circo. Devastado, Alonzo enloquece y planea asesinar a Malabar en la pista durante un número con caballos.

El clímax muestra el contraste entre la violencia del circo y la tragedia íntima: Alonzo intenta matar al rival, pero fracasa y muere aplastado por los caballos. La pareja de Nanon y Malabar queda unida, mientras Alonzo perece consumido por su obsesión.


Contexto de producción

  • Lon Chaney: ya consagrado como “el hombre de las mil caras”, Chaney aportó su propio arte del maquillaje y la mímica corporal. Para simular la ausencia de brazos, se ató los miembros y perfeccionó el uso de los pies en escenas de precisión.

  • Tod Browning: su interés por el mundo del circo venía de su propia juventud como artista de feria. Aquí lo usa como escenario simbólico de lo marginal y lo prohibido.

  • Joan Crawford: el film fue clave en su carrera temprana; ella misma reconoció que aprendió a actuar observando a Chaney.

  • Rodaje arriesgado: el realismo de las escenas circenses y la dureza de la trama generaron debates en MGM, pero Irving Thalberg confió en Browning.

  • Redescubrimiento: durante décadas se creyó perdida; se recuperó una copia casi completa en los años 60 en los archivos de la Cinemateca de Francia.


Estilo visual y narrativo

  • Expresionismo estadounidense: influencias del cine alemán en los claroscuros, los ángulos opresivos y la carga simbólica del circo.

  • El cuerpo como espectáculo: Chaney convierte la deformidad en un lenguaje propio, haciendo de su físico el centro de la narración.

  • Obsesión y erotismo reprimido: la película está cargada de tensión sexual y violencia latente, inusual para el Hollywood de su época.

  • Final trágico: la muerte de Alonzo refuerza el tono moralista y fatalista de Browning: la obsesión siempre lleva a la autodestrucción.


Temas y simbolismo

  • La monstruosidad interior: Alonzo no es monstruoso por su físico, sino por su mente obsesionada.

  • El amor imposible: Nanon representa un ideal inalcanzable; la mutilación de Alonzo es un sacrificio extremo condenado al fracaso.

  • El circo como metáfora: espacio de deformidades, engaños y deseos reprimidos, que refleja la marginalidad de los personajes de Browning.

  • Dualidad y engaño: la mentira de Alonzo sobre sus brazos anticipa las obsesiones de Browning con la identidad oculta.

  • Erotismo prohibido: el trauma de Nanon y la relación enfermiza con Alonzo sugieren una carga sexual apenas velada.


Recepción

En su estreno, Garras humanas fue recibida como un drama impactante, aunque incómodo para parte del público. MGM valoró el trabajo de Chaney, pero la película fue eclipsada por otros éxitos más convencionales del estudio.

Con el paso del tiempo, la crítica la ha rescatado como una de las obras maestras de Tod Browning y uno de los trabajos más radicales de Lon Chaney. Su atmósfera retorcida y su violencia psicológica resultan aún perturbadoras para el espectador moderno.


Legado e influencia

  • Lon Chaney: muchos críticos consideran que es su mejor interpretación junto a El jorobado de Notre Dame (1923) y El fantasma de la ópera (1925).

  • Joan Crawford: reconoció siempre la importancia del film en su formación actoral, antes de convertirse en estrella del Hollywood sonoro.

  • Tod Browning: anticipa aquí los temas que desarrollará en La parada de los monstruos (1932): deformidad, circo, obsesión y fatalidad.

  • Influencia posterior: su audacia temática influyó en el cine de terror psicológico, el body horror y hasta en directores como David Lynch.

  • Cine de culto: hoy es considerada una de las películas mudas más intensas y modernas en su tratamiento del deseo y la mutilación.


Conclusión

Garras humanas (1927) es una obra maestra del cine mudo y una de las películas más oscuras de Tod Browning.

El tour de force interpretativo de Lon Chaney, la frescura juvenil de Joan Crawford y el trasfondo trágico del guion convierten la cinta en una experiencia única: perturbadora, apasionada y adelantada a su tiempo.

Más que una historia de monstruos, es una exploración del deseo humano llevado al límite, donde el verdadero horror no está en la apariencia física, sino en la obsesión que devora el alma.


LA PELÍCULA EN IMÁGENES















Ficha técnica 

Título originalThe Unknown
Título en EspañaGarras humanas
Año de estreno: 1927
País: Estados Unidos
Idioma original: Mudo, con intertítulos en inglés
Duración: 63 minutos (la copia más completa conservada)
Formato: Blanco y negro – 1.33:1
Clasificación: No recomendada para menores en su época (hoy considerada cine de culto y de archivo).

Producción

  • Estudio: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)

  • Productor: Irving Thalberg

  • Presupuesto: ~200.000 dólares

  • Distribuidora: MGM

Equipo creativo

  • Dirección: Tod Browning

  • Guion: Waldemar Young, basado en una historia de Browning

  • Fotografía: Merritt B. Gerstad

  • Montaje: Errol Taggart

Reparto principal

  • Lon Chaney – Alonzo, el “hombre sin brazos”

  • Joan Crawford – Nanon Zanzi

  • Norman Kerry – Malabar, el forzudo

  • Nick De Ruiz – Antonio Zanzi, dueño del circo

  • John George – Cojo, ayudante de Alonzo

Estreno y premios

  • Estreno en EE. UU.: 7 de junio de 1927

  • Estreno en España: finales de los años 20, con intertítulos traducidos

  • Premios: no recibió galardones en su tiempo, pero ha sido rescatada por cinematecas y festivales de cine mudo; hoy está considerada una obra maestra del género.