FAUSTO (1926)

Murnau convierte la leyenda en expresionismo

La leyenda de Fausto —el erudito que vende su alma al diablo a cambio de conocimiento y placer— es uno de los mitos más influyentes de la cultura occidental. En 1926, el director Friedrich Wilhelm Murnau, tras el éxito de Nosferatu (1922), afrontó la adaptación más ambiciosa realizada hasta entonces.

Fausto no solo es una obra cumbre del cine mudo, sino también una de las películas más espectaculares del expresionismo alemán, con imágenes de un poder visual que aún hoy resultan hipnóticas. Los efectos de nubes, rayos y apariciones demoníacas, la lucha entre el bien y el mal y la interpretación de Emil Jannings como un Mefistófeles grotesco y fascinante, la han convertido en un clásico absoluto.


Sinopsis 

En una ciudad medieval azotada por la peste, el sabio Fausto busca desesperadamente una solución para salvar a su pueblo. Al no encontrar respuesta, invoca a fuerzas oscuras y aparece Mefistófeles, que le ofrece un pacto: poder y juventud a cambio de su alma.

Fausto firma el pacto con sangre y rejuvenece, entregándose a los placeres mundanos. Con la ayuda del diablo seduce a la inocente Gretchen (Margarita), lo que desencadena una tragedia: el hermano de ella, Valentín, muere en un duelo con Fausto, Gretchen es repudiada y condenada por infanticidio, y Fausto, desesperado, comprende que su alianza con Mefistófeles lo ha destruido todo.

En el clímax, Gretchen es llevada a la hoguera, y Fausto intenta salvarla, pero muere en sus brazos. Ante la derrota del amor humano, el demonio cree haber vencido. Sin embargo, el sacrificio y la pureza de Gretchen provocan la redención final: el amor de los dos supera al mal, y Mefistófeles es derrotado.


Contexto de la producción

La UFA en su apogeo

La productora UFA quería competir con Hollywood y encargó a Murnau una superproducción. El presupuesto fue enorme, con decorados gigantescos y efectos nunca vistos. Poco después, Murnau emigraría a Estados Unidos para rodar Amanecer (Sunrise, 1927).

Adaptación libre

Aunque se inspira en el Fausto de Goethe, el guion de Hans Kyser simplifica la obra y enfatiza la lucha moral entre el bien y el mal. El resultado es una versión accesible y espectacular, pensada para el público internacional.

Innovación técnica

El director de fotografía Carl Hoffmann y el técnico de efectos Eugen Schüfftan desarrollaron imágenes inolvidables:

  • Mefistófeles cubriendo la ciudad con sus alas.

  • La aparición de demonios en los cielos.

  • Superposiciones, transparencias y miniaturas que parecían imposibles en 1926.

Emil Jannings

El gran actor alemán, ya famoso por El último hombre (1924) y Varieté (1925), construyó un Mefistófeles caricaturesco, con humor grotesco y gestos exagerados que contrastan con el dramatismo de Fausto y Gretchen.


Personajes y actuaciones

  • Fausto (Gösta Ekman): del sabio envejecido al joven seductor, representa la debilidad humana ante el deseo.

  • Mefistófeles (Emil Jannings): roba cada escena; sarcástico, teatral y con un magnetismo perverso.

  • Gretchen (Camilla Horn): símbolo de pureza y sacrificio, anticipa el papel de víctima inocente del cine de terror.

  • Valentín (Wilhelm Dieterle): hermano de Gretchen, defensor del honor, cuya muerte desencadena la condena social.


Estilo visual y narrativo

  • Expresionismo alemán: decorados estilizados, contrastes de luz y sombra, atmósfera opresiva.

  • Escenas de masas: la peste, la hoguera, las procesiones, con cientos de extras.

  • Efectos especiales: sobreimpresiones y transparencias que marcaron escuela en Hollywood.

  • Simbolismo religioso: el bien y el mal como fuerzas palpables, representadas visualmente en los cielos y la tierra.


Temas y simbolismo

  • El pacto fáustico: la eterna tentación del ser humano frente al conocimiento y el placer.

  • La peste como metáfora: la corrupción moral y física que arrasa a la sociedad.

  • El amor redentor: Gretchen, símbolo del sacrificio, salva el alma de Fausto.

  • La lucha cósmica: el film plantea la humanidad como escenario de la batalla entre Dios y el diablo.


Recepción

En Alemania fue un acontecimiento, aunque su alto coste dificultó recuperar la inversión. Internacionalmente tuvo gran éxito y fue alabada por su imaginería.

En Estados Unidos se estrenó con gran repercusión; Murnau fue fichado por la Fox a raíz de este film.

Críticos posteriores, como Lotte Eisner en La pantalla demoníaca, la consideraron “la culminación visual del expresionismo alemán”.


Críticas

En su estreno

  • Berliner Tageblatt (1926): destacó la “majestuosidad visual” y el trabajo de Emil Jannings.

  • Variety (1927): elogió sus efectos especiales como “sin precedentes en el cine europeo”.

Revalorización posterior

  • Lotte Eisner (1952): la consideró uno de los pilares del cine expresionista.

  • Sight & Sound (BFI): la catalogó entre las películas más bellas de Murnau.

  • Críticos contemporáneos la ven como un puente entre Nosferatu y Amanecer.


Fuentes y artículos relacionados

Libros y estudios

  • Lotte H. Eisner, La pantalla demoníaca (1952) – análisis del expresionismo alemán.

  • Siegfried Kracauer, De Caligari a Hitler (1947) – conecta Fausto con el clima político de la Alemania de Weimar.

  • Luciano Berriatúa, Los proverbios chinos de F. W. Murnau (Filmoteca Española, 1990) – estudio exhaustivo de Murnau.

Artículos

  • Murnau’s Faust: The Last German Epic (Film Comment, 1980).

  • Archivos de la UFA conservados en la Cinemateca Alemana.


Conclusión

Fausto (1926) es mucho más que una adaptación literaria: es un espectáculo visual que llevó al cine mudo a una de sus cimas artísticas. La ambición técnica de Murnau, el magnetismo de Emil Jannings y la imaginería expresionista convirtieron este film en una obra maestra que sigue influyendo en el cine fantástico y de terror.

La eterna lucha entre el bien y el mal, el sacrificio de Gretchen y la figura demoníaca de Mefistófeles la sitúan como uno de los títulos fundamentales no solo del cine mudo, sino de la historia del cine en su conjunto.


LA PELÍCULA EN IMÁGENES
















Ficha técnica 

Título originalFaust – Eine deutsche Volkssage (Fausto – Una leyenda popular alemana)
Título en EspañaFausto
Año de estreno: 1926
País: Alemania (República de Weimar)
Idioma original: Mudo, con intertítulos en alemán
Duración: 106 minutos (existen varias versiones restauradas)
Formato: Blanco y negro – 1.33:1 – Sonoro con acompañamiento musical en directo en su estreno
Clasificación: Para todos los públicos en su época, aunque su imaginería satánica fue muy polémica.

Producción

  • Estudio: Universum Film AG (UFA)

  • Productor: Erich Pommer

  • Distribuidora: UFA

  • Presupuesto: muy alto para la época; fue la producción más costosa de la UFA hasta entonces.

Equipo creativo

  • Dirección: F. W. Murnau

  • Guion: Hans Kyser (adaptación libre de la obra de Goethe y de leyendas medievales)

  • Fotografía: Carl Hoffmann

  • Dirección artística: Robert Herlth y Walter Röhrig

  • Efectos especiales: Eugen Schüfftan (inventor de la “técnica Schüfftan” para crear ilusiones visuales)

  • Música original: acompañamientos orquestales variados según las proyecciones; hoy se suelen utilizar partituras de orquestas sinfónicas reconstruidas.

Reparto principal

  • Gösta Ekman – Fausto

  • Emil Jannings – Mefistófeles

  • Camilla Horn – Gretchen (Margarita)

  • Wilhelm Dieterle – Valentín

  • Yvette Guilbert – Marthe Schwerdtlein

Estreno y premios

  • Estreno en Alemania: 14 de octubre de 1926

  • Estreno internacional: 1927, incluyendo Estados Unidos y España

  • Aunque no obtuvo premios en su momento, fue reconocida como una de las cumbres del expresionismo alemán.