SURGIÓ DEL FONDO DEL MAR (1955)
El pulpo gigante de Ray Harryhausen
Los años 50 fueron una época dorada para el cine de ciencia ficción en Hollywood. La amenaza nuclear, los experimentos con radiación y el miedo a lo desconocido alimentaron una serie de películas donde criaturas gigantes asolaban ciudades: hormigas descomunales en Them! (La humanidad en peligro), arañas en Tarantula o dinosaurios revividos en El monstruo de tiempos remotos.
En esa corriente surge Surgió del fondo del mar (It Came from Beneath the Sea), que apostó por una criatura marina colosal, un pulpo mutado por la radiación, animado gracias a la maestría de Ray Harryhausen, el gran discípulo de Willis O’Brien.
Aunque se trataba de una producción modesta, la película impactó por la espectacularidad de sus efectos visuales y, sobre todo, por su clímax: el ataque del monstruo al Golden Gate y los muelles de San Francisco, una de las secuencias más icónicas de la ciencia ficción clásica.
Sinopsis
El submarino nuclear estadounidense USS Franklin realiza pruebas en el océano Pacífico cuando detecta una anomalía marina. Tras un misterioso ataque, se descubre que se trata de un pulpo gigante mutado por radiación nuclear, que comienza a devorar barcos y atacar la navegación comercial.
El comandante Pete Mathews se une a la oceanógrafa Lesley Joyce y al científico John Carter para estudiar a la criatura. Pronto comprueban que el pulpo se dirige hacia la costa oeste de Estados Unidos.
Mientras las autoridades dudan sobre cómo enfrentarse a la amenaza, la criatura emerge en la bahía de San Francisco. Allí ataca embarcaciones, destruye muelles y se enreda en el Golden Gate, sembrando el pánico.
En una operación desesperada, el ejército lanza cargas explosivas y emplea electricidad para debilitar al monstruo. En el enfrentamiento final, el pulpo es destruido bajo las aguas, no sin dejar en la memoria de los supervivientes la evidencia de que la ciencia y la naturaleza, combinadas con la imprudencia humana, pueden dar lugar a horrores colosales.
Contexto de producción
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Miedo nuclear y Guerra Fría: como otras cintas de la época, la explicación del monstruo recae en la radiación atómica, reflejo de la ansiedad social tras Hiroshima, Nagasaki y las pruebas con armas nucleares en el Pacífico.
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El tándem Schneer–Harryhausen: esta película marcó el inicio de una colaboración histórica. Charles H. Schneer, productor visionario, supo aprovechar el talento de Harryhausen y juntos desarrollaron clásicos como Simbad y la princesa o Jasón y los argonautas.
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Un pulpo con seis tentáculos: para ahorrar costes y facilitar la animación, Harryhausen construyó un modelo de pulpo con solo seis brazos en lugar de ocho. Aun así, la técnica stop-motion y la planificación de planos lograron la ilusión perfecta.
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Rodaje económico: se filmó en localizaciones reales de San Francisco combinadas con imágenes de archivo del ejército, una práctica común en la serie B de los 50.
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La “Dynamation”: Harryhausen empleó esta técnica, que permitía integrar criaturas animadas en stop-motion con imágenes reales, logrando una interacción creíble con los actores y escenarios.
Estilo visual y narrativo
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Blanco y negro: aunque fruto de limitaciones económicas, aportó un aire casi documental, incrementando la sensación de realismo.
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Narrativa clásica de serie B: breve duración (79 min), romance entre la oceanógrafa y el comandante, personajes militares y científicos representando la unión de ciencia y fuerza armada.
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Efectos memorables: la secuencia del ataque al Golden Gate es uno de los momentos más recordados de Harryhausen, ejemplo de su precisión artesanal.
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Ritmo directo: sin largas presentaciones, va al núcleo de la acción, algo valorado en las dobles sesiones de cine popular de la época.
Temas y simbolismo
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El monstruo nuclear: la radiación atómica como origen de la amenaza resume el miedo colectivo de los años 50.
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La arrogancia humana frente a la naturaleza: el pulpo gigante simboliza la reacción de lo desconocido contra la expansión tecnológica y militar del hombre.
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Confianza en ciencia y ejército: el relato presenta la solución a la amenaza mediante la colaboración entre militares y científicos, reflejo del discurso oficial de la Guerra Fría.
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El mar como lo inexplorado: frente a otros monstruos terrestres, aquí lo inquietante surge de las profundidades, evocando el miedo a lo desconocido.
Recepción
En su estreno, Surgió del fondo del mar fue un éxito dentro del circuito de doble programa. El público acudió en masa atraído por la promesa de un monstruo gigante atacando una ciudad estadounidense, algo novedoso en ese momento.
La crítica fue condescendiente: algunos señalaron la simpleza del guion, pero casi todos destacaron la creatividad de los efectos de Harryhausen. Con el tiempo, la película ha pasado de ser considerada una serie B entretenida a ser reconocida como un clásico del género.
En España se estrenó a finales de los 50 con cierto retraso, y fue revalorizada en los 70 gracias a los ciclos televisivos de cine fantástico.
Legado e influencia
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Consolidación de Harryhausen: esta película fue la primera gran muestra de su talento y le aseguró una carrera como maestro del stop-motion.
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Modelo para futuros ataques urbanos: el clímax de San Francisco anticipa los ataques de Godzilla y otros kaiju a ciudades modernas.
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Inspiración directa: cintas posteriores como Tentacles (1977) o producciones modernas como Pacific Rim (2013) beben del concepto de criaturas marinas gigantes atacando urbes.
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Cultura popular: el “pulpo de seis tentáculos” de Harryhausen sigue siendo un icono del cine de monstruos clásicos y aparece regularmente en documentales, homenajes y retrospectivas.
Conclusión
Surgió del fondo del mar (1955) es mucho más que una película de serie B: es el punto de arranque de una de las colaboraciones más fructíferas del cine fantástico y una obra clave en la evolución del cine de monstruos.
Con escasos recursos pero con un ingenio desbordante, Ray Harryhausen y Charles H. Schneer demostraron que el stop-motion podía competir con superproducciones. La imagen del pulpo enredado en el Golden Gate quedó grabada en la memoria del cine popular y sigue siendo, décadas después, uno de los momentos más icónicos del cine de ciencia ficción de los años 50.
Hoy, junto a títulos como Them! o La humanidad en peligro, se reconoce como una joya imprescindible de la época dorada del cine fantástico, símbolo de un tiempo en que los miedos sociales se expresaban en la pantalla a través de colosales monstruos que emergían de las profundidades.
LA PELÍCULA EN IMÁGENES
Ficha técnica
Título original: It Came from Beneath the Sea
Título en España: Surgió del fondo del mar
Año de estreno: 1955
País: Estados Unidos
Idioma original: Inglés
Duración: 79 minutos
Formato: Blanco y negro, 1.85:1
Clasificación: Apta para todos los públicos
Producción
Estudio: Clover Productions
Distribuidora: Columbia Pictures
Productor: Charles H. Schneer
Presupuesto: alrededor de 150.000 dólares (serie B con altos estándares técnicos)
Recaudación: notable éxito en EE. UU., consolidando la dupla Schneer–Harryhausen
Equipo creativo
Director: Robert Gordon
Guion: George Worthing Yates y Harold Jacob Smith
Historia original: George Worthing Yates
Fotografía: Henry Freulich
Montaje: Jerome Thoms
Música: Mischa Bakaleinikoff
Reparto principal
Kenneth Tobey – Comandante Pete Mathews
Faith Domergue – Profesora Lesley Joyce
Donald Curtis – Dr. John Carter
Ian Keith – Almirante Burns
Dean Maddox Jr. – Capitán del barco
Estreno y premios
Estreno en cines: julio de 1955 (EE. UU.)
Premios: no recibió galardones oficiales, pero es considerada una de las películas clave del cine de ciencia ficción con criaturas gigantes de los años 50.